Mateo no se hizo esperar. Un día que la luna estaba grande, grande y más grande todavía, dijo ¡Ya voy mamá! y en la familia hubo uno más. Y todos nos pusimos contentísimos de poder disfrutar de este niño tan rubio, tan grande y tan sano y de que todo saliera tan bien, con su mamá recuperada y en plena forma nada más nacer él.
Mateo no podía quedarse sin su cesta de nacimiento.
¿Qué os parece?. Una toalla delantal y una ranita de Piu et Nau, su doudou Dragobert de Moulin Roty, Kireei Magazine para los ratitos de relax de mamá y unos chocolors de Pancracio, que sabemos que a su hermana Manuela le encanta el chocolate (¡la genética!) y si encima es rosa ¡a ver quien se resiste!. Y todo dentro del cesto mediano taupé de Eva&Oli.
¡MATEO! ¡Bienvenido y qué lo disfrutes!. Y a tus papás y tu súperhermana ¡muchas felicidades! ¡¡¡¡¡Sois una gran familia!!!!!.
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