No hay quinto malo asi que vamos a por el quinto capítulo de la serie. Hoy os traemos regalos que suenan, porque que le regalen a uno MÚSICA y que le llenen la vida de melodías nos parece estupendísimo. Ideas más clásicas y otras más originales pero siempre con el toque diferente y original que buscamos en nuestras propuestas.
Empezamos.Algo tan clásico como la música clásica. Algo tan hermoso como la ópera.¿Quién dice que a los niños les aburre la ópera?. ¿Habéis probado a poneros a bailar con ellos el preludio de Carmen o el brindis de La traviata?. ¡Ellos se divertirán y vosotros os quedaréis de lo más ralajados!. Si se les acerca a los clásicos de forma divertida disfrutarán de la música y aprenderán a valorarla y a verla como algo natural e indispensable en sus vidas. Con ese objetivo Mirlo Music nos trae su colección Cuéntame una Ópera, libros-CDs en los que las óperas se convierten en cuentos adaptados a la edad de los niños y pensados para ser leídos mientras se disfruta de la música(en el cuento se intercalan los fragmentos del libreto). Desde La traviata (recomendada a partir de 10 años) hasta Hansel y Gretel (que les encanta a los pequeñitos), pasando por Orfeo y Eurídice, Las flauta mágica, La Cenerentola, Rinaldo o El elixir de Amor.
También de Mirlo Music es este pequeño tesoro:
Tengo una historia personal con El príncipe Feliz. Este cuento me ha hecho llorar de alegría y de pena. De pequeña en el colegio nos ponían muchas veces la peli y eso me llevó a leer el cuento más veces todavía. La historia es tan triste y tan bonita...que no podía tener mejor acompañamiento musical que un recital de piano con piezas de Chopin, Beethoven, Schumann y la música que el cuento de Óscar Wilde inspiró a De Arquer. El Príncipe Feliz formaba parte del primer volumen de cuentos fantásticos del autor, cuentos que "están dirigidos a todos aquellos que han conservado sus facultades infantiles de sorprenderse y de gozar, y que además encuentran sencillas las más sutiles maravillas". Un regalo del que disfrutar siempre.
Vamos ahora con propuestas musicales más "raras". ¿Conocéis los árboles musicales?.
El árbol o tobogán musical es una estructura de madera, magníficamente diseñada, que forma un circuito descendiente para canicas que al bajar por las hojas producen un sonido rítmico y delicado, ligeramente acuático. Es mucho más que un objeto decorativo (¡aunque estéticamente es también una maravilla!) y tiene el poder de dejar embobado a todo el que lo descubre. Lo tenéis disponibles en tres tamaños: 32 cm, 47 cm y 72 cm. El pequeñito tiene las bolas de madera y una sonoridad muy característica (parecida a la de los palos de lluvia), y los otros dos funcionan con canicas de cristal y suenan muy diferentes.
Y para terminar otro regalo que deja con la boca abierta. Los niños (¡y los padres!) se quedan enganchados cada vez que lo ven funcionando en la tienda: Xyloba. Un juego de construcción que además "hace música" como dicen ellos. Piezas de madera de haya maciza que pueden combinarse permitiendo un número casi ilimitado de variaciones. La diversión aumenta cuando completada la construcción, empezamos a componer melodías a partir de las piezas de xilofón intercambiables que también están contenidas en el juego.
Es un juego creativo, que permite construir y componer al mismo tiempo. Acompaña en el desarrollo de las funciones motoras y de imaginación espacial y facilita una aproximación creativa a la música.¡Lo tiene todo!. Y también hay tres tamaños diferentes: Piccolino, Mezzo (el de la foto) y Orchestra. ¡Mirad!¡Es una chulada!.
¿Os ha gustado?. Ahora nos vamos con la música a otra parte.
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